domingo, 12 de mayo de 2013

19•2013 Caramelos de miel

Hoy me sacudí la fiaca de domingo y en un ratito preparé estos caramelos de miel:


La receta la saqué de esta entrada del blog de Natacha, la había probado hace casi 4 años, cuando ella la publicó, y hoy la busqué de vuelta para hacerlos y ver si le ayudan a Maite a aliviar un poco su tos. Hice algunos pequeños cambios, sobre todo en las cantidades, y como la vez anterior terminaron pegoteándose todos después de unos días, esta vez hice algunos sobre azúcar, como los mostró Natacha, y otros sobre el mármol de la mesada y los pasé por azúcar después, una vez que se endurecieron. Y voy a ver de qué forma los guardo para evitar que terminen en un riquísimo masacote.

Receta de los caramelos de miel
(original acá, ésta es mi versión más pequeña, salen más o menos 45 caramelos del tamaño de una moneda de 1 peso)
Se necesitan:
  • Media taza de azúcar.
  • 3 cditas. de miel.
  • Unas gotas de vinagre.
  • 2 cdas. de agua.

¿Cómo se hacen?
Poner el azúcar, la miel y el vinagre en una olla pequeña. Rociar con el agua, esperar un par de minutos hasta que el azúcar se haya humedecido por completo (de esta forma hay menos posibilidades de que se queme el caramelo después) Llevar al fuego, no revolver (para que no se cristalice el azúcar y el caramelo quede perfecto!) Una vez que se fundió bien el azúcar, mezclar con cuidado si hace falta, para que se incorpore la miel. Volcar CON MUCHO CUIDADO sobre el mármol de la mesada, de a poquito, formando los caramelos (unas gotas, hasta que vean que quedan del tamaño que ustedes quieren, yo prefiero que no sean muy grandes) A la mesada, si es de mármol, no hay que ponerle nada de nada, sólo que esté bien limpia y una vez que los caramelos de enfrían se despegan muy fácil apenas con la punta de un cuchillo. Una vez que están fríos, pasarlos por azúcar (como si estuvieran empanando milanesas!) y dejarlos secar bien sobre una rejilla.
Si no tienen mesada de mármol, la opción original que dio Natacha es hacer una camita de azúcar en una fuente (1 o 2 cm. más o menos; el azúcar que no se usa después se recupera limpia y se vuelve a usar) Hacer huequitos en el azúcar con un huevo y volcar el caramelo dentro de cada huequito, SIEMPRE CON CUIDADO!! Que las quemaduras de caramelo son de las más bravas, dice mi mamá. Así que con mucha precaución y sin niños cerca :)

Me parecen un lindo mimo para cuando hay alguien pachucho en la familia, se hacen en un ratito y son riquísimos!! Yo ya voy comiendo el tercero, y eso que no me duele la garganta ;)

Buen domingo para todas!